El amor

23 mayo 2022 by Rocío Psicología general 0 comments

Qué es el amor

El amor es el vínculo de afecto que nace de la valoración del otro e inspira el deseo de su bien. Puede verse como un valor o como una propiedad de las relaciones humanas.

El amor romántico es el que se integra en la atracción sexual y el afecto innegable hacia una persona.

El dolor a veces acompaña al amor

Amar es aguantar, amar es soportar, amar implica a veces sufrir, amar es dar sin medida…. Estas frases son las que nos han inculcado desde pequeños respecto a qué es el amor, junto con una serie de presiones que a veces han provocado una búsqueda de pareja para impedir el quedarse sólo, ya que si no fuera así se correría el riesgo de que se pasara el tiempo y, a la vez, las oportunidades de crear una familia y un futuro.

Sin embargo, en todo esto hay algo que no se dice, posiblemente porque las personas no lo creen, y es que amar sin dolor es posible. Es más, el verdadero amor es éste.

A veces, las prisas por obtener una pareja implican que no se la escoja conscientemente, y puede ser que ni siquiera la elijamos. De hecho, la pareja puede ser la primera persona que se acerque y muestre un interés para aceptar ese rol. Además cuando se tiene baja autoestima y no se da el valor que uno se merece, esa desastrosa actitud será bastante probable. Tener pareja no es un sinónimo de felicidad. A veces es todo lo contrario, y se convierte en un tormento difícil de soportar.

Cuando uno pretende que la otra persona lo haga feliz, es casi seguro que va a ser de todo menos feliz.

A mí siempre me hacen daño

A veces se piensa que es mala suerte porque únicamente las personas más dañinas se les acercan, y que nadie les quiere realmente. Pero la razón por la que algunas personas se encuentran siempre con el mismo perfil de pareja suele ser porque las eligen o al menos las permiten desde un principio.

Cuando se tiene una autoestima baja, las personas se conforman con la primera persona que se fija en ellas. Y se quedan con quien le dice palabras bonitas sin darse el valor que realmente merece.

Luego es fácil hacerse la pregunta de por qué siempre les hacen daño, y no advierten que el daño se lo han hecho ellos mismos.

Esas palabras que se escuchan al principio se quedan en el olvido y no son coherentes con los actos que las siguen. Esas palabras que encandilan, que hacen olvidarse de la realidad, y se meten en un sueño en el que tienen la seguridad de que esa será la persona con la que compartirán el resto de su vida, y la que realmente les va a hacer feliz. Lo darán todo por ella, lucharán mucho por la relación. Pero, ¿Quién fue el que dijo que el amor debe ser una lucha constante?

Si cuando uno entra en una relación y le da el 50% mientras acepta que el otro de un 20%, más tarde cuando le exija que aporte más ya no será posible.

Darlo todo por una relación, mientras que la otra persona como mucho da un 25% con el tiempo dudará de sus sentimientos. Y al final se sentirá perdido y dejará de pensar en sí mismo para pensar más y más en la otra persona, siempre pendiente de ella y de agradarle.

¿Y aún se pregunta por qué siempre terminan haciéndole daño?

Elegir de manera consciente, amar sin dolor es posible

Amar sin dolor es posible cuando se deja de entender la relación como lógica o necesaria. Si se deja de pensar que el amor debe ser dolor, esfuerzo, lucha, aguante, darlo todo por la otra persona, etc.

Es importante valorar que para amar sin dolor, primero se debe saber lo que realmente se quiere, pero sobre todo aprender a ser feliz por sí mismo. Cuando uno se encuentra bien solo, entonces está preparado para estar con otra persona. Y así, si la otra persona se va o la relación no funciona, se puede estar bien y podrá seguir siendo feliz. Pues ya lo era antes de que esa persona entrara en su vida.

Cuando se sabe lo que se quiere y se conocen los propios valores, se puede decir que sabe cuáles son los límites que no quiere que nadie traspase, entonces es el momento de elegir de manera consciente. Así se puede pensar si la persona que dedica palabras bonitas, es realmente la que se quiere tener al lado. Obviamente uno se puede dejar llevar por la emoción y la locura inicial, pero no dejarse engañar.

No debe haber expectativas y esperanzas de futuro poco realistas. Tampoco se debe pensar de manera errónea, “seguro que con el tiempo cambiará”. Lo importante es elegir a una persona por su presente y no como se la imagina en un futuro.

La mejor relación que se puede establecer con alguien es aquella en la que los dos aportan el 50%. Únicamente entonces se pueden tener unos objetivos en común no desde la necesidad, sino desde el respeto y la libertad.

Cuando se confunde el amor con posesión, con sufrir, con darlo todo. Este bonito sentimiento se vuelve oscuro, y a veces puede ser un gran tormento. Entrar en una relación dando un 100% y la otra persona da bastante menos, la pretensión es que seguro cambiará. Y se crea una dependencia hacia esa persona, que puede llegar a agobiarse y alejarse buscando su espacio. Es entonces cuando aparece el miedo a un posible abandono de la otra persona.

Amar sin dolor es posible cuando se aprende a tratar a la pareja como alguien independiente de uno mismo, una persona que ha entrado su vida, pero que puede que se vaya o se aleje. La vida, la felicidad no depende de tener o no a alguien a su lado. Ya que la única persona con la que se puede contar hasta el final de los días es consigo mismo.