Carta de despedida

Carta a mi padre

Papá hoy hace un mes que me faltas, y justo un mes antes nos hicimos unas fotos preciosas en las que veo todo el amor que nos transmitías, nos han quedado muchas cosas por hablar y hacer juntos. Pienso a diario que es injusto que una persona tan buena como tú se haya ido, cuando aún mamá, tus hijos y nietos te seguían necesitando, siento muchísima añoranza y considero que aunque hubiera estado siempre contigo nunca hubiera sido suficiente.

Tengo grandes recuerdos compartidos contigo, pero se me viene a la cabeza como primer recuerdo cuando jugabas con nosotros haciéndonos pedorretas en el ombligo y volteretas, he de agradecerte lo divertido que eras con nosotros y lo felices que nos hacías.

Siento que pasé grandes momentos contigo y pienso con cariño en el verano pasado que lo pasamos en el campo recolectando las manzanas de los árboles entre todos, en mi memoria tengo grabado ese tiempo que pasamos disfrutando todos unidos junto a mamá y los niños, te gustaba transmitir los valores de la naturaleza a tus nietos y ellos disfrutaban contigo. Otros momentos que recuerdo con gran amor es lo entrañable que eras cuando los niños te hacían tarjetas en Navidad, y tú te emocionabas al leerlas dando más importancia a esas letras de tus nietos que al mejor regalo material que te pudieran hacer.

Muchas cosas me gustaban de ti, pero he de decir que admiro el optimismo con el que manejabas tu vida y que procurabas transmitir a tu familia. Siempre recordaré el dicho que nos decías a menudo y que ahora pienso lo correcto que es. “La vida es la lucha continua consigo mismo y con los demás, unida al factor suerte”.

Obviamente no todo en la vida ha sido de color de rosa y a veces sacabas un carácter tuyo que me molestaba, como cuando te ponías cabezota y no había manera de hacerte entrar en razón. Pero aún en esas ocasiones te dabas un paseo a solas y al poco tiempo se te pasaba.

Cuando pienso en ti me emociono a la vez que tengo una gran admiración hacia tu persona, porque siempre has estado pendiente de tu familia y tu mujer ha sido lo más importante en tu vida, aportándole todas las atenciones y ayudándole en todo lo que necesitaba. Nos has educado a todos para ayudar en casa y nos decías que al igual que todos manchamos todos limpiamos, siempre con tu ejemplo.

Nunca te escuché decir que nadie era más que nadie, y mucho menos que el hombre era más que la mujer. Jamás he visto de tu parte una falta de respeto a mi madre ni a nadie. Y puedo decir muy orgulloso que nunca en toda mi vida me has decepcionado.

En el fondo considero que te fallé cuando me casé por lo civil y no en la iglesia como a ti te hubiera gustado, ya que la fe siempre ha sido importante en tu vida. Después me separé y también sufriste por ello. Pero aún en estas ocasiones siempre estuviste ahí ayudándome y apoyándome en todo lo que necesitaba, y siempre te ofrecías con todo cariño si necesitaba que me ayudaras con los niños.

Me gustaría poder decirte que te has ido demasiado pronto porque sigo necesitándote a mi lado y me está costando mucho seguir adelante sin ti.

Sé que estoy avanzando en mi proceso de duelo porque veo que parte de tu fuerza vive dentro de mamá, se la ve fuerte y valiente y siento que esa fuerza nos la transmite a nosotros y nos está ayudando a aceptar la vida que nos está tocando vivir.

“Te quiero mucho papá”